Y llega el otoño de nuevo, con su sol caliente, el aire frio y las hojas amarillas.
Y de nuevo, llega el recuerdo de Fernando y su olor a azucar mascabado y su piel tibia.
Y llegan sus palabras y sus ojos oscuros.
Sus intentos por tocar guitarra para obtener mi aprobación.
Su sonrisa y sus labios, sus calidas manos y su abrazo que me rodea.
Y su voz diciendome... Todo va a estar bien.
Fer, lo confieso: te sigo amando.
1 comentario:
ok, ok, lo admito.
La culpa la tiene el frio.
Solo es un gran cariño.
Definitivamente
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